martes, 15 de noviembre de 2022

La casa del Holandés

 Nuestro segundo día de observación transcurre en el centro de Bruselas donde se encuentra la casa de la lengua holandesa. En esta ocasión nos reciben Félix, un español afincado en Bruselas desde hace 16 años, y Antonio, un colombiano que vive en Bélgica desde hace 12 años. Felix y Antonio nos explican que lo primero que hacen con los extranjeros que llegan aquí es hacerles un test denominado Coovar, una especie de test psicotécnico para evaluar la capacidad cognitiva lingüística, es decir, el potencial para aprender un idioma. Después. si esta persona sabe algo de Neerlandés se le hace una prueba oral, otra escrita, y de comprensión lectora, y en función del resultado se le incorpora a uno u otro curso. Pero lo que nos ha sorprendido es que todos los extranjeros son recibidos por personas que hablan su misma lengua o una similar, y para ello cuentan con personal que en total hablan alrededor de 25 idiomas. Una vez que han evaluado a los alumnos, se les orienta a diferentes lugares para que puedan acceder a diferentes niveles de estudios y niveles, alfabetización, primaria o secundaria. 


Después de recibir tanta información nos vamos a comer a la cantina a hora europea, es decir a las 12:30. Después entramos en la clase de "Aplicación de las TIC en la enseñanza del Neerlandés". En esta ocasión, nos recibe Rik y podemos ver cómo alumnos de edades comprendidas entre los 40 y 60 años utilizan las tablets y los teléfonos móviles para aprender a mandar correos electrónicos en holandés.


La tarde la despedimos con Kris. Nos explica que además de dar clases de alfabetización se encarga de coordinar y organizar la "ministad", una actividad que consiste en recrear una pequeña ciudad con todos los servicios: farmacia, agencia de viajes, servicio de correos, policía, supermercado, tienda de ropa, restaurante,... Esta actividad de un día permite a los alumnos enfrentarse a situaciones de forma ficticia pero semejantes a la realidad, de esta forma su seguridad aumenta.


Y Despues del trabajo nos vamos a descubrir uno de los lugares de encuentro en Bruselas más tradicionales: "Le Cirio". Aquí pasamos un rato agradable con compañeros con los que esperamos mantener el contacto para futuros proyectos Erasmus. 


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