El inicio de las clases de inglés ha sido toda una experiencia: nervios por lo desconocido y por saber que compañeros iba a tener y cómo sería la escuela. Lo primero ha sido ver las instalaciones y después recoger mi material: libro, carpeta y carnet de estudiante.
Después de la primera clase de la mañana nos han llevado por el centro de la ciudad para mostrarnos su historia y sus rincones. Nos ha fascinado que la música está por todas partes y el color de sus famosos e históricos pubs y sus murales urbanos.
Hoy jueves, estamos ya a punto de terminar la semana y he podido darme cuenta que el dicho conocido como “El que tuvo retuvo” es muy cierto, puesto que lo que aprendí en su momento y que creí que estaba olvidado de repente fluye y aparece. Esta experiencia me está dando, no solamente conocimientos, si no también más seguridad e ilusión para seguir formándome y no olvidar lo aprendido, un idioma requiere un mantenimiento permanente… es como un coche!!!.
Por otro lado, he podido conocer personas de todo tipo. Me he relacionado con jóvenes que han venido de otros países para aprender el idioma y poder progresar en su vida, unos con más fortuna apoyados económicamente por sus familias y otros que pagan sus clases trabajando de camareros, cocineros, …, todos fantásticos. Además he conocido profesores y personal que trabaja en centros educativos de toda Europa que como yo, han tenido la oportunidad de venir a través de un proyecto Erasmus+. Y por supuesto no me puedo olvidar de los alumnos españoles, como Mario, que han venido a hacer las practicas de formación profesional a una empresa de informática en Galway, enhorabuena!!!
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